ORACIÓN TERCER DÍA DE LA NOVENA
Depositamos, Oh María, en este día de la novena, debajo de Tus Pies toda nuestra vida financiera y profesional. Para que podamos tener sabiduría en las elecciones, coherencia en las actitudes, para que consigamos caminar en la luz y en la justicia. Renuncio, y pido la sanación y la liberación de todo espíritu maligno que esté atrapando mis finanzas y las de mi familia, para que sea desenmascarado ahora, debajo de Tus Pies.
Renuncio a todo acto de envidia, codicia, vanidad, murmullos y hasta trabajo espiritual contra mi vida financiera y profesional, oriundos de personas que no quieren mi éxito.
Consagro a Ti, oh Madre, mi profesión, mis estudios, mis éxitos, mi deseo de crecimiento como persona es que sean abiertas para mi las puertas de la providencia.
Coloco debajo de Tus Pies, documentos parados en el banco, líneas de créditos, documentos para aprobación de compra de vehículos, terrenos, o casa propia, deseos rectos de mi corazón en edificar mi casa.
Te pido por los currículos que están “cajoneados”, documentos y procesos en la justicia, ligados a dinero que tengo derecho a recibir, jubilaciones y herencias. Coloco debajo de Tus Pies las necesidades de mi profesión, el cansancio, la distancia, la dificultad de conciliar el día de trabajo y estudios con el caminar espiritual, para que Tú Señor, tomes mando sobre todo, soy Tu siervo.
Pido Tu consuelo oh Madre, para mi alma afligida,
en los días de tribulación, donde humanamente estoy sin rumbo y sin respuestas, mira mis esfuerzos, mis quejas, mi poca valoración social en una sociedad injusta con los que trabajan, que roban de nosotros el derecho y la justicia.
Que jamás falte el pan material y espiritual en mi casa, que sean consagrados a Ti mis bienes y los de mi familia, que nunca sea desamparado, que no sea humillado delante de las necesidades básicas de sobrevivencia, como hijo amado y cuidado por Vos.
Amén.
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