«Cuando trabajo con las personas más desafortunadas, veo cómo el mal ha roto sus vidas, su familia y su salud. Y veo que cuando un hombre tan "roto" invita a Dios a su vida, su vida cambia y sana gradualmente. Cada vez que ayudamos a otra persona, también afecta nuestras propias vidas. Me encuentro con Jesús a través de la belleza y la bondad del ayudar a otros. Invito a la gente a realizar ese viaje: es la única forma de garantizar una vida feliz y bendecida»
Peter Gombita se alejó de Dios en la Eslovaquia comunista, pero una experiencia mística lo llevó a ser cura, que corre maratones de 1.500 kilómetros y trabaja con los sin techo
No hay comentarios:
Publicar un comentario