Pedro Chanel nació en Cuet (Francia) el 12 de julio de 1803.
Recibió su Primera Comunión a los 15 años y entonces sintió la vocación misionera. Dos años después entró en el seminario. Era muy buen estudiante y fue ordenado sacerdote a la edad de 24 años. Ya ordenado, le pidió a su obispo que lo enviara a las misiones, pero el obispo le respondió que su diócesis estaba tan necesitada de evangelización que podía empezar siendo misionero en su propia tierra.
Lo asignaron a la parroquia de Crozet, zona oriental de Francia, la cual estaba en decadencia y pronto comenzó a renovarse gracias a la devoción del joven sacerdote, que tenía un don especial de servicio a los enfermos.
Hacia 1830 se unió a un grupo de sacerdotes con vocación misionera, que formaron la Sociedad de María, o Sacerdotes Maristas. A fines 1836 partió hacia la Polinesia con varios de sus hermanos maristas. El 12 de noviembre de 1837, él y otro hermano desembarcaron en la isla de Futuna, que se hallaba dominada por dos tribus indígenas rivales.
Pronto estalló una nueva guerra entre las tribus y el rey vencedor obligó a los misioneros a vivir cerca de su casa para tenerlos bien vigilados. Pese a todo, Pedro se las arregló para predicar y empezó a convertir a los nativos. Aprendió el idioma del lugar, cuidaba a los enfermos y enseñaba. Su ministerio le granjeó el odio Niuliki, jefe de la tribu dominante, que estaba celoso de la influencia del misionero porque éste había convertido hasta a miembros de su propia familia.
En febrero de 1839 un huracán arrasó la isla y las dos tribus firmaron una tregua; pero en agosto la rompieron y una tribu casi aniquiló a la otra en una matanza sin precedentes.
El rey vencedor acabó creyendo que aquellos cristianos estaban introduciendo supersticiones que molestaban a sus propios dioses y decidió acabar con el padre Pedro. El 28 de abril de 1841, un grupo capitaneado por Musumusu, yerno del rey, fingiendo necesitar atención médica fue a buscar a Pedro; lo sacaron de su cabaña y lo asesinaron a golpes de hacha. Pedro fue beatificado en 1889 y canonizado como primer mártir y Patrón de Oceanía en 1954. Es el primer y único santo católico de toda la Polinesia.
“Señor, enséñanos a tener el mismo celo apostólico de San Pedro Chanel. San Pedro Chanel, ruega por nosotros.”
Hechos 13, 44-52
Salmo 98(97), 1-4
fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros
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