jueves, 21 de junio de 2018

COMPRENDIENDO LA PALABRA 210618

«Sean perfectos como mi Padre es perfecto»

      «Padre Nuestro que estas en el cielo»: esto sí que es bello, hijos míos, ¡tener un Padre en el cielo!- «Venga a nosotros tu reino». Si hago reinar al Buen Dios en mi corazón, Él me hará reinar junto a Él en su Gloria.-«Hágase tu voluntad». No hay nada más dulce y perfecto que hacer la Voluntad de Dios. Para hacer bien las cosas, hay que hacerlas como Dios quiere, en conformidad con sus Designios. «Danos hoy nuestro pan de cada día». Dentro de nosotros tenemos dos partes, el alma y el cuerpo. Pedimos a Dios de alimentar nuestro pobre cuerpo, y Él nos responde haciendo producir a la tierra todo lo necesario para nuestro sustento. Pero también le pedimos que alimente nuestra alma, que es la parte más bella de nosotros mismos; la tierra es muy pequeña para proveer a nuestra alma lo necesario para llenarla: ella tiene hambre de Dios, sólo Dios puede llenarla. El Buen Dios no creyó hacer de más al morar sobre la tierra y al tomar un cuerpo, para que ese Cuerpo fuese el alimento de nuestras almas. Cuando el sacerdote presenta la ostia y se las muestra, su alma puede decir: ¡he aquí mi Comida! Oh mis niños, ¡tenemos demasiada felicidad! ¡No lo comprenderemos sino solamente en el cielo!


San Juan María Vianney (1786-1859), presbítero, cura de Ars 
El Espíritu del Cura de Ars en sus Catecismos, Sermones y sus Conversaciones (Trad. ©Evangelizo.org)

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