Encontrarán descanso.
Mateo 11, 29
Meditación: Mateo 11, 28-30
Las Escrituras dicen que el descanso es parte del plan de Dios para nosotros desde el principio: “Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación” (Génesis 2, 3). El día de descanso, o Sabbath, estaba destinado a ser un tiempo para dar honor a la relación única que tenemos con Dios. De todos los animales sobre la tierra, los seres humanos son los únicos que fueron creados para trabajar y descansar. Hemos sido creados para disfrutar de la amistad con Dios tanto como fuimos creados para cuidar la tierra.
A lo largo de la historia de Israel, las personas entendieron que el Sabbath era principalmente un don precioso. Sin embargo, con el paso del tiempo, se fueron agregando más y más normas sobre la conducta apropiada para el Sabbath, al punto en que algunos llegaron a ver este día especial como una carga, o como una ocasión para juzgar a los demás. ¿Mi prójimo no realizó las actividades correctas? Preguntas como esta se volvieron mucho más importantes que si nuestro prójimo, o si nosotros mismos, para el caso, aceptamos la invitación de Dios.
Luego llegó Jesús con su promesa: “Yo les daré descanso” (Mateo 11, 28). Él no dijo: “Les daré descanso el sábado”. Solo dice: “encontrarán descanso”, el descanso que viene a través de la fe en él, el que podemos experimentar todos y cada uno de los días.
La próxima vez que las preocupaciones de la vida se agolpen en tu mente, toma un momento para decidir aceptar a Jesús y su promesa de descanso. No siempre te sentirás diferente. La preocupación puede incluso aparecer de nuevo, pero si tú perseveras en la fe, gradualmente sentirás su presencia y su paz.
Jesús te ha prometido descanso, y él siempre es fiel a sus promesas.
“Señor Jesús, te pido que me ayudes a aceptar el descanso que tú me das.”
Isaías 40, 25-31
Salmo 103 (102), 1-2. 3-4. 8. 10
Meditación: Mateo 11, 28-30
Las Escrituras dicen que el descanso es parte del plan de Dios para nosotros desde el principio: “Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación” (Génesis 2, 3). El día de descanso, o Sabbath, estaba destinado a ser un tiempo para dar honor a la relación única que tenemos con Dios. De todos los animales sobre la tierra, los seres humanos son los únicos que fueron creados para trabajar y descansar. Hemos sido creados para disfrutar de la amistad con Dios tanto como fuimos creados para cuidar la tierra.
A lo largo de la historia de Israel, las personas entendieron que el Sabbath era principalmente un don precioso. Sin embargo, con el paso del tiempo, se fueron agregando más y más normas sobre la conducta apropiada para el Sabbath, al punto en que algunos llegaron a ver este día especial como una carga, o como una ocasión para juzgar a los demás. ¿Mi prójimo no realizó las actividades correctas? Preguntas como esta se volvieron mucho más importantes que si nuestro prójimo, o si nosotros mismos, para el caso, aceptamos la invitación de Dios.
Luego llegó Jesús con su promesa: “Yo les daré descanso” (Mateo 11, 28). Él no dijo: “Les daré descanso el sábado”. Solo dice: “encontrarán descanso”, el descanso que viene a través de la fe en él, el que podemos experimentar todos y cada uno de los días.
Cuando la preocupación y la angustia se apoderan de ti, no olvides que él puede darte descanso a través de su presencia.Cuando dolorosamente tomes consciencia de tus limitaciones, el Señor puede darte descanso a través de su misericordia.Cuando te sientas agotado, él puede darte descanso mientras camina a tu lado y aligera tu carga.
La próxima vez que las preocupaciones de la vida se agolpen en tu mente, toma un momento para decidir aceptar a Jesús y su promesa de descanso. No siempre te sentirás diferente. La preocupación puede incluso aparecer de nuevo, pero si tú perseveras en la fe, gradualmente sentirás su presencia y su paz.
Jesús te ha prometido descanso, y él siempre es fiel a sus promesas.
“Señor Jesús, te pido que me ayudes a aceptar el descanso que tú me das.”
Isaías 40, 25-31
Salmo 103 (102), 1-2. 3-4. 8. 10
fuente La Palabra con nosotros
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