+ En el Nombre del Padre,
+ del Hijo
+ y del Espíritu Santo.
¡Amén!
1. MARÍA INTERCEDE POR NOSOTROS
María, Mujer de Dios, Tú, que has fecundado la Palabra de Dios y la has llevado en Tu seno durante nueve meses, sintiendo Su palpitar creciendo en Ti, experimentando Su presencia y siendo transformada por ella.
En estos días antes del nacimiento de tu Hijo, queremos acompañarte, queremos estar contigo para aprender de ti a llevar a Dios en el corazón y dejarnos transformar por su presencia.
María, Virgen Fecunda, te pedimos que, al acompañarte, seas Tú quien interceda por cada uno de nosotros, para que podamos celebrar la Navidad llenos de la presencia de Tu Hijo en nuestra vida. María, Virgen Madre, mujer de la espera confiada, pide por nosotros para que, en esta Navidad, podamos estar todos más cerca de Tu Hijo y así ser capaces de recomenzar de nuevo, perdonar y ser perdonados, volver al amor y ser. curados interiormente para celebrar y vivir la vida de Dios en nosotros.
María, Virgen del "sí" y de la plenitud, Virgen Madre del elocuente silencio, ayúdanos a celebrar esta Navidad, teniendo a Tu Hijo como centro de nuestras vidas. María, intercede por nosotros ahora y siempre.
¡Que así sea!"
2. Oración
“Señor Jesús, al iniciar este camino hacia Tu Navidad, te pedimos que nos ayudes, para que en la celebración de Tu nacimiento cada uno de nosotros se acerque más a Ti.
Que nos renovemos en Tu Palabra, para que seamos sinceros y auténticos con nosotros mismos, danos la gracia de dejar todo lo que nos separa de Ti, que tengamos el valor de reconocer lo que está mal y sepamos dar el paso para convertirnos, para que Tú nos transformes con Tu gracia.
Señor, derrama en cada uno de nosotros Tu gracia y Tu amor, para que sepamos corresponder a Tu amor y volvamos a Ti con un corazón sincero. Señor, ayúdanos a volver.
Ayúdanos a vivir lo esencial, aquello que nos da la verdadera felicidad.
Señor, haz que podamos vivir una Navidad llena de Tu presencia y de Tu amor.
Que así sea."
3. Meditación del día
Día para valorar la SENCILLEZ.
Sencillez que es la virtud de las almas grandes y de las personas nobles.
Sencillez que fue el adorno de María de Nazaret tal como ella misma lo proclama en su canto de Magníficat. “Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador porque ha mirado la humildad de su esclava” Lucas 1, 47 – 48
Navidad es una buena época para desterrar el orgullo y tomar conciencia de tantos males que acarrean la soberbia. Ninguna virtud nos acerca tanto a los demás como la sencillez y ningún defecto nos aleja tanto como la arrogancia. El amor sólo reina en los corazones humildes, capaces de reconocer sus limitaciones y de perdonar su altivez.
Es gracias a la humildad que actuamos con delicadeza, sin creernos más que nadie, imitando la sencillez de un Dios que “se despojó de sí mismo y tomó la condición de siervo” Filipenses 2, 6 – 11.
Crecer en sencillez es un estupendo regalo para nuestras relaciones.
Recordemos que en la pequeñez está la verdadera grandeza y que el orgullo acaba con el amor.
4. Oración al PEQUEÑO niño JESÚS
“Pequeño Niño Jesús, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros,
es la presencia de Tu amor en nuestra familia.
Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre,
que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.
Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad,
nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos,
nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz.
“Pequeño Niño Jesús, te esperamos, nos estamos preparando para Tu Navidad, queremos que esta Navidad también sea nuestra.
Nos has mostrado que la fe no se trata de saber cosas,
sino de vivir y hacer lo que nos pides”
“Pequeño Niño Jesús, en estos días antes de Navidad, ayúdanos a ser sinceros con nosotros mismos, a saber mirarnos y hablar en nuestros matrimonios, en familia, y percibir lo que no está bien, lo que nos divide, lo que está desgastando el amor, lo que nos lleva a la rutina”
“Pequeño Niño Jesús, concédenos la gracia de saber dejar lo que no nos hace felices y lo que hace daño a los demás. Ayúdanos a que, en Tu Navidad, nos renovemos y sepamos empezar de nuevo, que tengamos el valor de vivir lo que nos pides, que vivamos la nueva vida que nos traes, y así podamos celebrar una Navidad diferente, llena de amor y paz, de ternura y alegría como la tuya.
¡Que así sea!"
Gloria al Padre….
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