Padre y Señor nuestro, gracias por la vida,
gracias por el día que ha finalizado y el que comienza.
Gracias por todo lo que hoy,
por obra y gracia de Tu Espíritu Santo podré experimentar.
Te suplico desde temprano:
otórgame ánimo, fuerza interior
y salud para vivir los planes que Tu Amor pensó para mi.
Bendice mi descanso y acompáñame, fortaléceme y permite
que al despertar sea bendición para todos los que encuentre en mi camino;
Que la paz adorne mi casa
y sea causa de bendición en todo momento.
Amén.
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