Primicias

Padre del Cielo,
Gracias por Tu Amor siempre presente.
Tú no eres un visitante, no eres Alguien que decide estar por momentos; Tu Amor es eternamente cercano;
Tu Amor me rescata y me eleva al Cielo de Tu Seno. Guárdame en la noche en ése Amor y Bendice en la mañana a todos aquellos que aún buscan descubrirlo. A aquellos que conquistados por la desesperanza, por angustias sin fin, por tormentos del alma y acechanzas de mal,
sufren la desdicha de buscarlo donde no está...
Derrama en Tu Espíritu Santo
Haz crecer en nosotros al Íntimo, El Cercano.
Haz que el poder de ese Amor se manifieste hoy en todo y en todos.
Amén