Señor y Padre Nuestro,
Tú, Dios leal y Siempre Tierno que encuentras sin que te busquen,
que aguardas sin que te esperen...
Visita con la Unción de Tu Espíritu Santo mi vida.
Que sumergido en el Corazón Eucarístico de Tu Hijo
sea santificado cada rincón de mi ser.
Que encuentre la Salvación que sólo da Tu Presencia cercana.
Sé, que Tú me amas, sé que tienes tiempo para mi,
que soy importante para Tí,
que posas tu mirada sobre todo y todos;
que piensas ahora, en éste instante en mi,
por eso te suplico,
Ayúdame a encontrarle sentido a mi vida, a mis situaciones.
Señor, sé que si Tu pronuncias una palabra, yo seré salvo.
Dame Tu Espíritu Santo!
Dame Tu Bendición!
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