viernes, 5 de diciembre de 2014

¿ERES UNA BURBUJA DE JABÓN?

El encanto frágil nos trae la desilusión de una realidad que no existe en el mundo real de nuestras experiencias humanas.

Las burbujas de jabón son bellas y encantadoras. Ellas fascinan por la belleza multicolorida en contacto con el sol, pero esa belleza no dura más que unos segundos. Un abrir y cerrar de ojos y ellas ya no existen más. Cierran su ciclo tan rápido como  lo comenzaron, se van así como llegaron, no tienen historia para contar.

Vivimos en tiempos de burbujas de jabón. Somos seducidos por las apariencias y nos dejamos llevar por la belleza transitoria de algo que no dura más que unos instantes. Muchas veces nos perdemos corriendo en búsqueda del vacío contenido dentro de una burbuja que nos promete la felicidad rápida. Engañados por las apariencias nos perdemos de nosotros mismos y también de Dios. Engañados por las lindas burbujas que surgen en nuestro camino corremos el riesgo de caer y tropezar en las piedras a lo largo de la jornada.

burbujadejabon

Cuando miramos la belleza efímera de las apariencias, nos fijamos en lo que nos encanta, pero que no produce sabiduría en nuestro corazón. El encanto frágil nos trae desilusión de una realidad que no existe en el mundo real de nuestras experiencias humanas.
Cuando la burbuja se revienta, no nos queda nada más que mirar a la vida y en ella buscar la belleza auténtica de lo cotidiano, con todos sus dolores y alegrías, que no son llevadas por el viento.

Muchos se han vuelto burbujas: viven alimentando en el alma una existencia sin sentido, se perdieron de los valores que podrían proporcionarles la felicidad auténtica. Crearon para sí mismos un mundo de burbujas, creyeron en lo que les impide contemplar el amor real y concreto de la vida. Alimentan el alma de espacios que nunca se podrán llenar sin una experiencia genuina del amor de Dios.

Cuando aquellos que vivían inmersos en fantasías ilusorias de Dios buscaban a Jesús, intentando justificar sus fantasías, El mostraba con amor y paciencia que aquellas ilusiones no podrían durar más que una mirada de amor eterno. El cariño de Cristo imprimía en cada alma la realidad de una existencia pautada en el amor incondicional de Dios por Sus hijos amados. Un amor real deshace las ilusiones del alma.

Es necesario vivir con los pies en la tierra y mirar la trascendencia del presente con admiración, así hacer del hoy la más atrayente experiencia de la ternura de Dios. Correr por las cosas que son superficiales solo aumenta en el corazón la laguna de un amor construído en apariencias ilusorias.

Las burbujas son lindas, pero solo cuando se ven como un juego para niños. No busquemos en la vida concreta burbujas para nuestras carencias y vacíos interiores. Busquemos la belleza de ser amados por Dios y dejarnos amar por El.

Padre Flávio Sobreiro
Bachiller en Filosofía,Teólogo por la Facultad Católica de Pouso Alegre-MG. Vicaria de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen (Cambuí-MG). www.padreflaviosobreiro.com
fuente portal Canción Nueva

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