Vice-Patrona Parroquial
OCTAVO DÍA
LA ALEGRÍA
"Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se
estremece de gozo en Dios mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de
su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz."
REFLEXIÓN
Dios se complace en María sobre todo por su humildad. Cada momento y cada acontecimiento de su vida Ella lo supo vivir como don de Dios para aceptar y amar.
Dios se complace en María sobre todo por su humildad. Cada momento y cada acontecimiento de su vida Ella lo supo vivir como don de Dios para aceptar y amar.
De los escritos de
San Maximiliano Kolbe:
"Que cada caída, aunque sea gravísima y repetida, nos sirva siempre y solamente como escalón hacia una perfección más alta. Por esto sólo, en efecto, la Inmaculada permite una caída, para curarnos del orgullo, de la soberbia, y para empujarnos a la humildad y hacernos de tal manera más dócil a las gracias divinas."
"Que cada caída, aunque sea gravísima y repetida, nos sirva siempre y solamente como escalón hacia una perfección más alta. Por esto sólo, en efecto, la Inmaculada permite una caída, para curarnos del orgullo, de la soberbia, y para empujarnos a la humildad y hacernos de tal manera más dócil a las gracias divinas."
Demostremos
hoy a los demás la alegría de ser cristianos y de sentirnos hijos de una Madre
que nos ama con locura.
Jaculatoria
¡María, Madre mia, qué dulce es tu nombre !. ! Qué nunca mis labios dejen de repetir tu nombre !
¡María, Madre mia, qué dulce es tu nombre !. ! Qué nunca mis labios dejen de repetir tu nombre !
Las intenciones del Santo Padre, de nuestro obispo y nuestro párroco.
Por la intenciones de la Red de Intercesión
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