Dios nos puso en este mundo, para buscarlo, pues El es fuente de misericordia
Dios nos quiere en la felicidad del cielo, y para que la Palabra haga efecto en nuestro corazón necesitamos de conceptos claros, y el primer concepto es el significado de la palabra “miseria”
¿Qué es la miseria?
Santo Tomás de Aquino, gran doctor de la iglesia dice que miseria es lo contrario de felicidad.
Necesitamos mirar al cielo hacia nuestros santos amigos y escucharlos decir que allá no hay miseria, solo felicidad.
Si lo contrario de miseria es felicidad, vamos a entender lo que es la felicidad. “Es feliz el que tiene todo pero desea tener solamente lo que es bueno”. Nuestra condición en este mundo, es siempre una condición de miseria, porque no tenemos todo aquí o que queremos. Por ende, hay personas que quieren lo que es malo.
¡Queremos el cielo! ¿Pero porqué aun no lo tenemos?
Hasta los grandes santos no lo tenían todo, eran miserables y deseaban el cielo.
Un día llegaremos al cielo y el padre cuidará de todas nuestras miserias. El enjugará nuestras lágrimas y dirá: “Entra a la felicidad que yo preparé para ti”
Eso no es una cuestión de fe, si no aceptar que no tenemos felicidad plena aquí en este mundo. Necesitamos dejar de mentirnos a nosotros mismos.
La pregunta es la siguiente: ¿Tenemos todo lo que es bueno?
En mi parroquia, veo aquellos jóvenes felices queriendo casarse y les pregunto: “¿Quién aquí quiere casarse para ser feliz?” Y todos saltan de alegría. Pero solo conseguimos ser felices cuando tenemos todo.
Vamos a ser sinceros con nosotros mismos: existen verdades que duelen, y las personas no se abrazan justamente por eso. ¿Cuál es la verdad que duele? En esta vida, no tenemos todo lo que queremos, pero nos debemos preparar para tenerlo todo en el cielo.
Algunas personas tienen una miseria mayor que otras, daré un ejemplo chistoso para entender que todos tenemos una miseria: hay personas que tienen menos cabello, estos tienen una miseria menor.
El ser humano es una “tarea” Presta atención, las vacas no son una tarea, porque nunca vimos a una vaca diciéndole al pasto: ¿Qué voy a hacer? ¡Estoy triste!… Ella no lo puede decir porque si la vaca tiene pasto, agua, sombra, una piedra de sal para lamer, un toro y un becerro, ella es una vaca totalmente feliz, no está insatisfecha, no se deprime, no se desespera ni piensa en suicidarse.
¿Por qué es que nos ponemos tristes?
Porque somos una tarea, o sea, Dios nos puso en este mundo para buscarlo, pues El es fuente de misericordia. Incluso si el hombre no hubiese pecado, cada vez que encendemos el sentido del pecado a la piedad , la condición humana es miserable.
Dios nos dio este mundo incompleto. ¿Por qué El hizo eso?
Cuando yo era niño, tenía mis pensamientos egoístas: “Ah, si yo fuese Dios, ¡haría las cosas diferente!. Yo hacía una lista de cosas, que para mi deberían ser diferentes a las cosas de Dios. Sin embargo existen muchas personas que aun están haciendo muchas listas, listos para corregir al Creador.
¿Porque Dios creó al hombre? San Ambrosio nos decía (forma adaptada): “¡Caramba! Dios creó a los ángeles y ¿salió mal? ¿Por qué creó al hombre? Porque El hizo una criatura que pudiese perdonar!
Los ángeles, cuando se deciden, cristalizan su corazón en aquella decisión y van. Los ángeles buenos serán siempre buenos, pues hicieron su decisión. Pero nosotros podemos cambiar nuestras decisiones. El mundo sería mejor, y Dios nos puso aquí en estado de penuria ara que tuviéramos la oportunidad de buscarlo.
¡Dios quiere salvarnos por medio del perdón!
El ser humano es una tarea y necesita ser cada vez más humano, necesita buscar el bien. Tú no eres un ángel, tu puedes cambiar tus decisiones!
¿Lo que es bueno y lo que mío?
Estamos en un mundo donde el bien y el mal se tornan en cosas relativas, es una realidad que está en la naturaleza del ser humano. Lo que es bueno para el ser humano es una realidad bien objetiva.
Tenemos una comunidad científica, que se especializó en felicidad humana. Ellos se llaman “santos” ¡Y son muy felices en el cielo!
Nuestro estado es de miseria y los santos saben cómo salimos de ese estado de miseria. ¡Estudiemos a los santos, hagamos amistad con ellos!
Debemos decir: “El ser humano es una tarea, y si el cielo no tuviera misericordia de nosotros nunca realizaremos esa tarea”
Para que no nos andemos golpeándonos la cabeza por ahí, buscando una felicidad sin saber donde ella está, Dios se unió a nosotros en la encarnación, haciéndose hombre.
Somos un resumen de la obra de la creación. Dios quería salvar todas las partes de su creación. El vio la humanidad caída en su miseria y se compadeció.
¡Por que es grande la misericordia de Dios?
Una de las tazones es la grandeza de la miseria del hombre.
Cuando lleguemos al cielo, nos vamos a sorprender: “Dios mío, si yo hubiese sabido que era tan bueno, habría venido antes!”. El cielo es más de lo que imaginamos, pero sucede que muchos andan por el camino errado. Muchos están yendo a 200 kilómetros por hora en sentido contrario.
El Señor quiere nuestra felicidad, por eso se hizo carne, para mostrar al mundo: ¡No es lo que crees, vamos a amar!
Siéntate a los pies de Jesús, llora y pide la gracia. Haz la primera oración sincera de tu vida y di: “¡Jesús, yo no te amo pero quiero amarte! ¡Ten misericordia de mi!”
Siéntate a los pies de Jesús, llora y pide la gracia. Haz la primera oración sincera de tu vida y di: “¡Jesús, yo no te amo pero quiero amarte! ¡Ten misericordia de mi!”
Saber que Dios reza por ti, ¿consuela tu corazón?
Dios mira nuestra miseria y dice: ¡Yo lo quiero todo! Entonces declárale la guerra al egoísta que está dentro de ti, y ama! ¡El desafío de Jesús para nosotros es amar!
Padre Paulo Ricardo
Sacerdote de la Arquidiócesis de Cuiabá-MT
Prédica durante el evento PHN 2016
Sacerdote de la Arquidiócesis de Cuiabá-MT
Prédica durante el evento PHN 2016
fuente Portal Cancion Nueva en español
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