Domingo 28
Con Jesús por la mañana. En el deporte como en la vida no estamos exentos de fracasos. A veces no alcanzamos los objetivos propuestos, las luchas no son suficientes, las motivaciones se acaban y llegamos a sentirnos derrotados. No olvides que el fracaso es parte de la vida. Aprender a superarlos es parte del entrenamiento para aprender a vivir con plenitud. Los fracasos templan el espíritu y desarrollan la capacidad creativa. Quien no aprende a superar sus fracasos no tiene espíritu para saborear los éxitos. Ofrece tu día por las intenciones del Papa y la misión de la Iglesia. No dramatices tus fracasos, más bien pregúntate, ¿Qué debes aprender?
Con Jesús durante el día. «Porque quien se engrandece será humillado, y quien se humilla será engrandecido». (Mt 14, 11) Recuerda: A veces para que algo empiece a mejorar primero tiene que empeorar. No cargues con la culpa del fracaso, explora nuevas posibilidades.
Con Jesús por la noche. Repasa tu fin de semana. ¿Qué fue lo más significativo de estos días? ¿Qué cosa te dejó el corazón encendido de felicidad? ¿Qué hubieras deseado que no ocurriera? ¿Alguien necesita que le pidas perdón?
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