Señor, aquí y ahora,
Mientras nuestros ojos te procuran
Pedimos humildemente, y desde el corazón,
Que nos ayudes a superar todas y cada una de las pruebas,
Tormentos, pecados y muros
Que nos dividen, debilitan, hieren y condenan;
Hoy decidimos esforzarnos y ser valientes para buscarte,
Para oír Tu voz y obedecer Tu Voluntad para con nosotros.
Nos disponemos a seguir cada una de Tus instrucciones
Y al signarnos en Tu Nombre, pedimos que
las fuerzas del mal huyan de éste hogar...
Nos persignamos diciendo:
+ ¡Abre, Señor mi mente!
+ ¡Abre, Señor, mis labios!
+ ¡Abre, Señor mi corazón;
Para que pueda recibir y anunciar Tu Palabra!
El Padre o Madre de Familia que preside:
“Padre Bueno,
gracias por permitirnos estar nuevamente en Tu compañía,
humildemente reconocemos que alejarnos de Ti
es tristeza, desasosiego y enfermedad para nuestro espíritu, alma y cuerpo,
pero el acercarnos, es el bien, y es disfrutar de Tu amor, y salud.
Renovamos nuestra entrega a Ti en esta noche,
rindiendo nuestras vidas a tu señorío, para que Tu Santo Espíritu traiga la armonía y el equilibrio que todo ser necesita.
Te amamos y te adoramos en todo momento,
En nuestras alegrías y medio de nuestras penas.
¡Abre Tus entrañas y desde el pecho abierto de Tu Hijo,
Bendícenos con Espíritu Santo!
DECIMOS JUNTOS:
Ven, Espíritu Santo, atiéndenos,
Espíritu del Padre, vivifícanos,
Espíritu del Hijo, sálvanos.
Oh Amor eterno, llénanos,
Con tu fuego, inflámanos,
Con tu luz, ilumínanos.
Fuente viva, sácianos,
De nuestros pecados, lávanos.
Por tu unción, fortalécenos.
Por tu consuelo, confórtanos.
Por tu gracia, guíanos.
Por tus ángeles, protégenos.
No permitas jamás que nos separemos de Ti,
Dios Espíritu Santo, escúchanos.
Con el dedo de tu gracia, tócanos.
Vierte en nosotros el torrente de la virtud.
Fortalécenos con tus dones,
Y con tus frutos, refrigéranos.
Líbranos del maligno enemigo,
En la última batalla, úngenos,
A la hora de la muerte, defiéndenos.
Entonces llámanos hacia Ti,
Para que con todos los santos
Alabemos al Padre, al Hijo y a Ti,
Consolador piadoso y eterno. Amén
Aquel que es el Morada de Dios entre los hombres,
El divino Espíritu, está aquí,
Abrazando y tocando la vida de cada uno de nosotros.
Ese Espíritu está aquí, Actuando con Poder
La “madre” del hogar:
Envía Tu Luz sobre nosotros, Espíritu Santo,
Luz que descubra en nosotros las huellas del pecado
que distorsionan el Proyecto de Amor;
Aquel proyecto que pensaste y soñaste
Para cada uno de nosotros
Y nuestros hogares.
INCENDIA en esta jornada nuestros corazones.
PURIFICA nuestros pensamientos alejados de los Tuyos.
HÁBLANOS al oído,
HÁBLANOS por el hermano, por los gestos.
HÁBLANOS en los silencios.
Llena todos los espacios y haz de esta día
Una DÍA DE ENCUENTRO CONTIGO.
Si es preciso mándanos subir alto, bien alto,
Como NICODEMO.
Pero no permitas que volvamos al ruedo, a la batalla,
Sin contar con Tu Bendición,
Porque para Ti, Dios y Señor,
Nada es imposible.
Porque sabemos que Contigo todo puede ser cambiado,
Ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos.
Amén.
FAMILIA
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Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, Tú eres grande, Tú eres altísimo,
Tú eres rey omnipotente, Tú, Padre santo,
Rey del cielo y de la tierra.
Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses,
Tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien,
Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres amor, caridad; Tú eres sabiduría, Tú eres humildad,
Tú eres paciencia, Tú eres belleza,
Tú eres mansedumbre, Tú eres seguridad,
Tú eres quietud, Tú eres gozo,
Tú eres nuestra esperanza y alegría,
Tú eres justicia, Tú eres templanza,
Tú eres toda nuestra riqueza y satisfacción.
Tú eres belleza, Tú eres mansedumbre;
Tú eres protector, Tú eres custodio y defensor nuestro;
Tú eres fortaleza, Tú eres refrigerio.
Tú eres esperanza nuestra, Tú eres fe nuestra,
Tú eres caridad nuestra,
Tú eres toda dulzura nuestra,
Tú eres vida eterna nuestra:
Grande y admirable Señor,
Dios omnipotente, misericordioso Salvador.
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