y frutos del Bautismo
en el Espíritu
Carismas
El Bautismo en el Espíritu trae consigo la liberación
de carismas, especialmente los “dones espirituales” mencionados por san Pablo en
la primera carta a los Corintios (12, 8-10).8 Mientras estos carismas siempre han estado
presentes en la Iglesia, en la Renovación Carismática han aparecido en una
abundancia nueva y a todos los niveles, entre el clero, los religiosos y los
laicos.9
Estos carismas son entendidos como dones no precisamente para el que los
ostenta, sino para la edificación de la Iglesia y la obra de evangelización.
Dondequiera que la Renovación es saludable y el
ejercicio de los carismas es maduro, el énfasis no está en el carácter
milagroso o extraordinario de estos dones, sino más bien en su capacidad de
fungir de mediadores en el amor de Dios y edificar el cuerpo de Cristo. En
particular, el don de lenguas se ha tornado bastante común y, en este sentido
ordinario, sobre todo se ha convertido en un don de oración y alabanza.10 En
retrospectiva, podemos ver la maravillosa providencia de Dios en la doctrina
del Concilio Vaticano II sobre los carismas:
El mismo Espíritu Santo no solo santifica y dirige el
Pueblo de Dios mediante los sacramentos y los misterios y le adorna con
virtudes, sino que también distribuye gracias especiales entre los fieles de
cualquier condición, distribuyendo a cada uno según quiere (1Cor 12,11) sus dones,
con los que les hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes
que sean útiles para la renovación y la mayor edificación de la Iglesia, según aquellas
palabras: “A cada uno… se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad”
(1Cor 12,7) Estos carismas, tanto los extraordinarios como los mas comunes y
difundidos, deben ser recibidos con gratitud y consuelo, porque son muy
adecuados y útiles a las necesidades de la iglesia.11
8
Hay otras listas de carismas en el Nuevo Testamento, pero la Renovación ha
dirigido especial atención a los que Pablo llama “dones espirituales” en 1 Cor
12 (véase la sección 2.3 de la segunda parte.
9 “Los
carismas habían desaparecido no tanto de la vida de la Iglesia como de su teología”
Raniero Cantalamessa, presentación en el Coloquio Internacional sobre carismas
y Renovación Carismática, Roma abril de 2008, publicado en francés como “Dons
et Charismes dans la foi et la vie de L Eglise”
10 En
la Renovación también ha habido numerosos informes de un milagroso don de
lenguas, en donde el hablante se ha expresado de modo inteligible en un idioma
desconocido para él, pero conocido por el oyente. Por ejemplo el padre don Louis
Leloir OSB, experto en lenguas b{iblicas, relata que en un encuentro de oración
carismática se asombró al escuchar a una joven mujer que, sabiendo solamente
francés, dirigió una oración a la Virgen Maria en un fluido siríaco antiguo.
Leloir, Desert et communion.
11
Lumen Gentium, 12
Bautismo en el Espíritu Santo
Comisión Doctrinal
ICCRs
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