Llamaba a su Ángel Angelino.
Y se valía de él para múltiples actividades.
Ángel PredicadorCon frecuencia, cuando el ángel se le aparecía, le daba consejos espirituales o pequeñas prédicas para afianzarlo en la fe.
Y en la seguridad de que, por más sufrimientos que debiera padecer, nunca el Señor lo iba a abandonar.
El ángel estaba siempre a su lado, aunque a veces no intervenía por voluntad de Dios, para darle oportunidad de triunfar con la gracia de Dios.
Veamos algunos de sus consejos espirituales. En carta del 18 de enero de 1913 le escribe al padre Agustín:
Jesús, a la prueba de temores espirituales, une la larga prueba del malestar físico, sirviéndose de los brutos cosacos…Jesús permite los asaltos del demonio, porque quiere que te asemejes a Él en las angustias del desierto y de la cruz.
Me quejé a mi ángel y él, después de haberme dado una pequeña prédica, me dijo: “Agradece a Jesús que te ha escogido para seguirlo de cerca en la senda del Calvario.
-Yo veo con alegría esta conducta de Jesús hacia ti. ¿Crees que estaría tan contento, si no te viese tan golpeado? Yo, que deseo tu progreso, gozo de verte en este estado.
Tú, defiéndete, aleja de ti las malignas insinuaciones y, donde tus fuerzas no alcancen, no te aflijas, amado de mi corazón, pues yo estoy a tu lado”. Oh, padre mío, ¿qué he hecho yo para merecer tanta amabilidad de mi angelito?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario