Jesús, el Verbo de Dios estaba en Judea. Después de la noticia del asesinato del profeta Juan Bautista, en una barca, -símbolo de su cuerpo-, Jesús se fue a una tierra desierta, al descampado. En este lugar desértico, Jesús se encontraba a salvo, es decir: su palabra estaba aislada y su enseñanza iba en contra de las costumbres y las ideas de las naciones. Entonces, el gentío, enterándose que el que es la Palabra de Dios había venido a vivir en su desierto…, vinieron detrás de él, saliendo de sus ciudades, es decir, abandonaban las costumbres supersticiosas de su patria y se adhirieron a la ley de Cristo… Jesús había salido a su encuentro porque ellos eran incapaces de ir a él; acercándose a los que “estaban fuera” (cf Mc 4,11) los llevó adentro.
Jesús salió al encuentro de esta muchedumbre numerosa que estaba fuera. Derramando sobre ella la luz de su presencia, la mira, y, viendo qué clase de gente le rodeaba, sintió compasión por ellos. El, en cuanto Dios, está por encima del sufrimiento, sufre a causa de su amor por los hombres. La emoción le sobrecoge en sus entrañas. No sólo está conmovido sino que los cura de todas sus enfermedades y los libra de todo mal.
Orígenes, presbítero
Comentario:
Comentario sobre San Mateo 10, 23: SC 162, 257.
No hay comentarios:
Publicar un comentario