Los niños, en la playa, construyen sus castillos de arena y luego lo derriban, pateándolo todo. El enemigo de este mundo hace lo mismo que esos niños. El diablo construye un imperio de injusticias, maldad, avaricia, enfermedades, drogas ... ¡Todo a costa de sangre y guerras! Y muchas personas han ido detrás de él.
Ahora, él hará lo mismo que los niños en la playa, pateará todo ese imperio y a todas las personas que están involucradas con él.
Las personas que usan todos los medios para tener dinero y poder, crean miserias, muertes, abortos y devastan a los pueblos. Esas personas están bajo el juicio del enemigo y él las destruirá.
Es hora de salir de los castillos que ayudamos a construir, porque ninguno de nosotros puede vivir una falsa conversión. No podemos decirnos "convertidos", y continuar viviendo una vida de pecado, siendo injustos, egoístas, impuros, maliciosos, depravados y corruptos. No es posible estar frente al Señor con la cara limpia, diciendo una cosa y siendo otra, ya que la paja y el trigo serán separados.
Es hora de ser completamente del Señor.
¡Que Dios te bendiga!
Tu hermano,
Mons. Jonas Abib.
Adaptación del original en portugués
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