«Del Señor aprendemos a ser misericordiosos, pues Él nos precede y nos perdona antes; y al experimentar su perdón en nosotros, somos capaces de perdonar. La misericordia está al centro del cristianismo, y es la meta de todo camino espiritual; es uno de los frutos más bellos de la caridad. Pidamos al Señor que, en este momento particularmente difícil para todos, podamos redescubrir dentro de nosotros su Presencia que nos ama y nos sostiene, y de este modo ser portadores de su ternura a cuantos nos rodean, con obras de cercanía y de bien. Que Dios los bendiga»
Francisco
Audiencia General
18-03-2020
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