"María dijo: '¡He aquí la esclava del Señor!'" (Lc 1,38)¡Oh dulce Jesús, de la mano de María te entrego este día!
Refugiémonos bajo la protección de la Virgen María en todos los momentos de nuestro día.
Con mucha sencillez de corazón nos dirigimos a ella así: “Madre, cuídame, porque yo soy tu hija, soy tu hijo y tú eres mi madre”. Pidamos su bendición maternal, para que estemos protegidos de toda adversidad. Roguemos también que nos eduque como pueblo e hijos de Dios, formándonos y enseñándonos a caminar por el camino de la santidad.
Hablemos, conversemos con Ella sobre todo lo que pasa dentro de nosotros, porque ella nos entiende perfectamente.
Durante todo el día, cuida de mi Virgen María.
¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti!
¡Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago
Fuente Cançao Nova
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