Así como has sostenido mi descanso,
¡ven a sostener mi andar en Tu Gracia!
Custodia mi senda,
Derrama Sabiduría para que mis decisiones sean sensatas.
Defiéndeme de todo enemigo, de toda animosidad y mentira.
Que no me sienta tan grande para poder sentirme “Hijo”
Y así en Tus Brazos ser tomado, protegido y amado…
Y todo lo espere de Ti, porque eres “La Fuente”
mi todo, mi Centro, mi Raíz
Que no se acostumbre mi lengua a Tu Nombre, ni a tu Voz.
¡Que sea siempre nueva!
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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