Muchas son las decepciones que tenemos porque es mucho lo que esperamos de los otros.
Queremos que los otros sean como nosotros, piensen como nosotros, actúen como nosotros.
Queremos que los otros piensen con nuestra cabeza y tengan nuestros sentimientos.
Cuando esperamos algo de alguien, esperamos que sea dado con nuestros criterios y según nuestras exigencias. Debes saber esperar menos de las personas y sufrirás menos. Si tienes un corazón generoso y gustas de ayudar a las personas, debes saber que la bondad verdadera es aquella que socorre, ayuda, tiene gestos concretos y no espera retribución.
No permitas que las personas abusen de tu bondad, queriendo todo de vos, porque saben que no sabes decir no. Algunas veces es necesario decir no, sin perder la caridad, para que el otro no transforme tu bondad en una obligación.
La generosidad no es una obligación es una actitud de amor, propia de un corazón gratuito, marcado por el bien, sin la carencia de querer ser agradado, pero que es bueno por ser bueno!
Roger Araujo
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