No dejes que tu vida caiga en la mediocridad.
La mayor de las mediocridades es vivir de aparencias.
Querer ser lo que no se es. Llenando la vida de ilusiones y fantasías que no se corresponden con la realidad.
La vida es más simple de lo que imaginas.
Ella se complica mucho en nuestra cabeza. No necesitas vivir para agradar ni para probar nada a nadie. Los mediocres pautan su vida en dos puntos:
comparación y murmuración.
Este negocio de vivir comparando tu vida y la de los otros es un tremendo engaño y un camino tortuoso. Por causa de las comparaciones no quedamos satisfechos con nada. Criticamos a quien tiene más éxito que nosotros y quedamos insatisfechos con nuestras pequeñas conquistas. Reclamamos de todo y a todos y percibimos defectos y problemas hasta donde no existen.
Dale un nuevo impulso a tu vida cada día.
Ella será más sabrosa y menos mediocre a medida que le concedas valor a lo que realizas; ten paciencia con las adversidades; reconoce tus límites; valoriza tus esfuerzos y concédele méritos a quien merece reconocimiento.
Roger Araujo
Adaptación y traducción dle original en português.
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