Avanza cada día para adquirir madurez en tu vida.
No dejes que los años corran en tu cabeza y tu corazón quede estacionado en el tiempo.
Abraza las decepciones, los enojos, como una oportunidad de revisión y superación en la vida.
No te quedes parado en los sufrimientos de ayer y no permitas que aquello que te hirió asuma el comando de tus afectos.
Nadie puede hacerle mas mal a tu corazón que vos mismo.
Los otros pueden decepcionarte o hasta contrariar tus expectativas.
Quien decide si voy para adelante o si supero las secuelas de las heridas de la vida soy yo mismo.
No existe superación sin decisión interior, así como no existe un nuevo camino si yo no me decido a andar por una nueva ruta.
Yo decido cuidad de mi corazón porque quiero vivir intensamente todos los días de mi vida. Por esto no me permito vivir masticando los errores del pasado, las rabias que me hirieron, y los proyectos que no se realizaron.
Prefiero vivir día a día, sabiendo que hoy no precisa ser igual a ayer y que mañana no será igual a los otros días.
Yo me permito llorar, quedar decepcionado, resentido, y hasta triste porque soy un ser humano y no una máquina, pero todo eso sólo por un momento porque no quiero que estos sean los ingredientes principales para saborear en mi vida.
Yo me permito ser débil, porque el orgullo me vuelve ciego.
Más allá de todo esto, yo quiero avanzar de manera de no quedar parado en mis errores, y no estacionarme en lo poco que ya hice o mirando sólo para enfrente olvidándome de vivir el hoy.
Roger Araujo
Adaptación traducción del original en português
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