¡Buen día,
Espíritu Santo!
Antes que la
rutina ponga en marcha sus engranajes;
Antes que el
ritmo que anestesia
marque el tiempo
de mis pasos;
Antes que todo, antes que nada:
¡Ven y lléname de
Ti!
Dame el vivir la novedad de Tu Presencia.
Y susúrrame… ¿qué podemos hacer juntos hoy?
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