sábado, 22 de marzo de 2014

No dejes que atardezca

Es propio del atardecer,
dejarse vencer por las sombras de la noche.
Es la hora en que ellas ganan espacios.
Así ocurre en nuestra vidas:
cuando la Luz de Cristo declina,
las sombras ganan terreno.
¿Atardece en tu vida?
Un viernes santo, cuando el velo del templo se rasgó,
comenzamos a comprender que es posible vencer las tinieblas.
San Pablo nos lo recuerda con fe y convicción:
"¡Todo lo puedo en Aquel que me conforta!"

¿Oramos juntos?
"Señor, en éste atardecer levanto mi voz para pedirte:
¡Envíame Tu Espíritu Santo!
Que las tinieblas sean rotas por Tu gracia.
En Tí, Señor Jesús, se cumplen las palabras que Joel profetizó.
por eso... ¡Ven, Espíritu! ¡Ven Espíritu!

Dios te Bendice.
Miguel
Comunidad Piedras Vivas



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