Nunca te detengas en el concepto “ella hizo eso y yo entendí que…”
La comunicación se da no solo por la palabra dicha o escrita, sino también a través de expresiones faciales, gestos, significados y emociones. Así, no todo lo que una persona dice es todo lo que ella quiso decir. A veces, lo que es obvio para uno puede no ser tan evidente para el otro. Otro ejemplo es cuando una persona manifiesta una frase de descontento por alguna cosa que la pareja acabó de hacer, pero en realidad, esa decepción es fruto no solo de un hecho inmediato, sino de decepciones en momentos anteriores.
Mientras tanto, aún con esos factores entre una pareja, principalmente en la convivencia del día a dÍa, es imprescindible que la comunicación se haga privilegiadamente por la palabra verbalizada. Toda pareja necesita aprender a conversar pues la mayoría de veces, el diálogo es el punto de partida para que la verdad de cada uno, los sentimientos, las reacciones y decisiones fluyan.
Permiteme entonces, presentar seis pasos para mejorar el diálogo en la relación entre enamorados, novios y esposos.
1 – Asumir que necesitamos mejorar la comunicación
A veces la pareja habla, conversa, intercambia información pero “tanto en los momentos de tensión, como en las cosas simples” se ven completamente extraños. Uno habla, el otro escucha, pero no se entienden. Ella queda en una cosa con él, pero después él dice que no fue lo que entendió. En vez de irritarse con quien amas (lo que sucede más fácil), asume que tu prisa, tu ansiedad, tu preocupación con otras cosas, tu experiencia en otros relacionamientos y hasta tu historia de vida pueden haber influido en la forma como reaccionaste con la información y el acuerdo. Corrija en sí mismo, en primer lugar.
De igual modo, admita que comprendiste algo y pregunta de nuevo. Si no entendiste la segunda vez, pregunta nuevamente. Repite hasta que tengas la seguridad de que captaste el mensaje con claridad.
Si la pareja detecta esas fallas, lo que podría ayudar es el ejercicio de preguntarse uno al otro tres cosas: ¿entendiste? ¿puedes decir lo que entendiste de todo lo que dije? ¿Percibiste lo que eso representa para mi? Al oir, jamás menosprecies al otro ni le digas: “eso es tonteria”.
Nunca te detengas en el concepto “si ella hizo eso, yo entendi que…” “si él dijo eso, significa que”. Si estás interpretando una reacción, anda y pregunta tú mismo.
Toma cuidado también con los mensajes mandados por redes sociales, estos pueden ser muy fríos. En la duda, no quieras interpretar la emoción de la otra persona. Llama o deja para aclarar tu duda cuando se encuentren personalmente.
2 – Apaga la TV
En realidad no es solo la TV. Separa un tiempo todos los dias para que puedan conversar. No hay como entrar en el fondo del corazón del otro si estás preocupado con el próximo compromiso. Cuando estén conversando, deshágase de distracciones exteriores. Mira en los ojos, deténte un poco. El mundo no se va a acabar si descansas un poco. Tienes que “cavar” tiempo, sal diez minutos más temprano para estar con quien amas, esfuerzate para separar un momento para ustedes.
3 – Deshazte de conceptos cerrados y de querer tener la razón
Comunmente, vemos las personas decir cosas como “esto yo lo entiendo mejor que tu”, “a esto no renuncio”, “tiene que ser así y punto final!”, para asuntos que deberían ser más leves, como una conversación sobre un equipo de futbol hasta las más polémicas como la opinión sobre un partido político, que pueden ser las más tensas como discernir cuales son las prioridades de la pareja. Pero ya pensaste que tal vez aquello que aprendiste e hiciste toda tu vida no sirve para el otro y quien sabe, realmente, él tiene una vivencia, una idea, un concepto mejor, más racional y funcional, más satisfactorio para ambos que el tuyo? Pero eso solo lo descubrirás si rompes con su orgullo y no cierras las posibilidades. Aún lo que viene de la “sabiduría milenar” de tu familia se puede aprimorar. El debate, el intercambio de ideas pueden ser muy constructivos, y si tu concepto es bueno, ganará fuerza en la visión del otro. Todo depende de que tan dispuesto estés para conversar.
Cuidado con la altura de tu voz. Nunca quieras ganar gritando. Y claro, si necesitas discutir, que sea para resolver lo que sea mejor para ustedes dos y no para defender tu tesis y querer tener la razón. Anda siempre con el corazón abierto.
4 – Escucha atentamente al otro y no lo interrumpas hasta que acabe de hablar
El comenzó a hablar y ya queremos intervenir, hablar lo que pensamos. Pero al final vemos que lo que él dijo no tiene nada que ver con lo que pensamos que iba a decir. ¿Ya te pasó? Entonces ejercita el hecho de dejar que el amado hable hasta el fin para opinar después.
5 – Se sincero pero siempre con caridad
Existe una forma amable hasta para dar las peores noticias. Se franco siempre. Si es necesario prepara tu discurso en un papel. Cuando sea para corregirlo, resalta también los puntos positivos de la persona.
6 – Dialoga siempre
No esperes tener una crisis o discusión para tener que conversar. Aprende a hablar de tu dia, de tus sentimientos más profundos y secretos. También aprende cual es el mejor momento y el tiempo del otro para resolver algunas cosas.
¡En fin, invierte en el diálogo pues él es el combustible del amor!
Sandro Arquejada
Misionero de Canción Nueva
Misionero de Canción Nueva
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