Nuestro alimento es la Palabra de Dios. Ayunamos los alimentos materiales y comemos bien el alimento espiritual. Jesús dijo claramente: “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mt 4,4).
Estamos mal acostumbrados con la Palabra de Dios, que mas parece un restaurante autoservicio. La persona llega y coge una patata frita aquí, una “verdura” allá, toma un pedazo de carne allí… Eso es picar. ¡No es eso! Tu necesitas hacer un buen plato sentarse, tomar un tenedor y cuchillo y comer. Con la Palabra de Dios es la misma cosa, no es suficiente solo picar: coger una pasaje bíblica aquí, otra allá. ¡Eso no resuelve! Tu tienes que sentarse a la mesa con un plato bien hecho y comer.
Gracias a Dios, incluso antes de comenzar en la Comunidad Canción Nueva, Dios me dio la gracia de encontrar un método de enseñar a mis jóvenes como alimentarse de la Palabra de Dios. Se trata de “La biblia fue escrita para ti”. Yo reescribí y hoy ella se llama: “La Biblia en mi día a día”.
Por el amor de Dios, toma consciencia y no quedate probando la Biblia. Tu necesitas ser un buen siervo del Señor, y el siervo es formado en la Palabra. Nosotros necesitamos estudiar la Palabra de Dios.
No es necesario alargar, porque todo esta bien claro en estos libros que he citado. ¡Decídate!
¡Dios te bendiga!
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
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