Hoy más que nunca compartimos la realidad de tantos padres angustiados y acosados por los peligros de la droga, la violencia, el alcohol y todo otro tipo de embates que asechan a hijos y familias. Nada logra calmar el dolor de verlos, además, tan alejados de la Gracia, de Dios.
La comunicación en muchos se ve quebrada.
Los hogares comienzan a verse envueltos en verdaderos torbellinos de discordias y falta de comprensión.
¿Cómo ayudar?
¿Cómo salir del ojo del huracán?
No existe oración más poderosa que la de padres y madres y, muy especialmente, si la gran intercesora y presentadora de estas oraciones es María Santísima.
Ella es la que en Cana pidió a Su Hijo que hiciera el primer milagro y, aunque parecía que aún no era la hora indicada, Él dió cumplimiento al pedido de Su Madre y el mejor vino se conoció en esa boda.
En esta hora de gracia el milagro de Cana puede ser hecho en nuestro hogares.
Un padre y una madre de rodillas, orantes, son la mejor garantía de HIJOS DE PIE ante la vida, ante el Señor de la Vida.
Te invitamos a ofrecer en esta "Hora de Gracia" la oración sincera, valiente y despojada de aquellos que saben que el verdadero poder está en la oración que todo puede cambiar.
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