La llave de la realización sexual esta en la intimidad de la pareja
Una de las cosas más bellas y santas que Dios puso en la vida humana fue el sexo entre otras varias otras cosas, Él podría haber procurado la procreación de los hombres de otra manera, pero eligió esta forma tan intima de relación para generar una nueva vida. Sí, el sexo es algo de Dios, algo santo, que renueva la intimidad de la pareja cada vez que ocurre de forma verdadera. Es la forma de renovar la consagración matrimonial de la pareja a Dios, fortaleciendo también la unión del marido y de la esposa con Él.
Cuando es hecho de forma correcta, el sexo trae una gran realización para la pareja. Ellos se sienten amados, completos, satisfechos y realizados. Pero cuando es vivido de forma equivocada, con egoísmo, genera una terrible sensación de uso, de haber sido objeto de placer. Y eso los deja carentes de intimidad. Y todos tiene esta necesidad.
Actualmente, el concepto de la intimidad esta un poco corrompido. La origen de esta palabra deriva del latín intimus, un superlativo de in, “en, dentro”. Ella no se define por el carácter privado (una pertenencia, propiedad personal), sino por ser la participación de algo que viene del interior, algo que muestra quien realmente somos (generalmente revelado para poco). Dos personas pueden tener una relación sexual intensa, pero sin intimidad. Por otro lado, la pareja puede mantener una gran intimidad por medio de gestos de cariño y en el dialogo, pero sin sexo. Pero que sería, entonces; ¿la intimidad sexual verdadera?
El sexo en la intimidad de la pareja
La intimidad de la pareja viene cuando abrimos nuestro interior al otro y ofrecemos a él lo que realmente somos, nuestra verdad. El objetivo es darnos a nosotros mismos para enriquecer el otro, para que él sea saciado. Es una actitud de dentro para fuera, que genera en nosotros la realización personal de entregarnos. Cuando ocurre la acogida por parte del otro, surge en nosotros la sensación de ser amados, de estar con alguien que nos quiere por completo, que desea conocernos de verdad, que nos ama sin barreras, sin “pequeños juegos” emocionales. ¡Eso nos hace feliz! Y aún tenemos el placer como extra, como optima consecuencia de eso todo. El sexo es algo muy lindo, un regalo de Dios para nosotros.
El problema es que la sociedad ha distorsionado el sentido del sexo. Nuestra generación esta acostumbrada a relacionar felicidad con lo que da buenas sensaciones, con placer – cuanto más rápido y fácil, mejor (¡si posible sin efectos colaterales!). Fast foods, acceso rápido a las informaciones cada vez más superficiales y superfluo, confort en todos los niveles (zapatos, muebles, ropas, electrónicos, coches), masturbación/pornografía. Todo eso para darnos placer. Y lo mismo hemos hecho con el sexo.
En lugar de entrar en la relación para donarnos y dividirnos intimidad, queremos solo saciarnos, tener placer, ser lleno. Así, utilizamos del otro para nuestro beneficio y generamos una sensación de rechazo profunda. Nos unimos a alguien que, en realidad, no desea nuestro intimidad, no esta interesado en quien somos. Eso genera en nosotros una frustración grande, aún cuando hallamos tenido gran placer físico.
Secreto de la intimidad de la pareja
La llave de la realización sexual esta en entender que solo podremos tener sexo verdadero si es una consecuencia del amor (uno de los motivos por los cuales la iglesia defiende el sexo solo dentro del matrimonio – ¡estoy de acuerdo!). El resto es solo placer. Es el amor que da sentido y hace que la unión de los cuerpos sea la representación de una unión interior que ocurre antes, en la convivencia, en el cariño, en el respeto, en la valorización del otro, en compartir con la vida. Necesitamos luchar contra el egoísmo y cambiar el foco de nuestra relación. La felicidad esta en nuestra actitud, esta en ser fieles en lo que creemos; no depende de la respuesta del otro.
¡Tenemos que arriesgarnos a ser íntimos de quien amamos!
Roberta Castro
Roberta Castro es Ginecóloga y especialista en terapia familiar. Coordinadora del Ministerio de Música y Artes de la Renovación Carismática Católica en el Estado de Espíritu Santo. Escritora para la editora Canción Nueva.
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