miércoles, 17 de agosto de 2016

Liturgia viva al despertar 170816

La parábola de los trabajadores en la viña nos dice, en contra de lo que frecuentemente se oye, que Dios no es como un contador de libros. Naturalmente, él ama a los que llevan una vida ejemplar cristiana. Pero en su corazón hay también espacio para los que luchan, y para los que llegan tarde, lo mismo que para los pioneros. Dios nos ama y es generoso con nosotros, no porque nosotros seamos buenos, sino porque él es bueno. 


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