Todos estamos llamados a ser pobres, despojarnos de nosotros mismos; y por esto debemos aprender a estar con los pobres, compartir con quien carece de lo necesario, tocar la carne de Cristo. El cristiano no es uno que se llena la boca con los pobres, ¡no! Es uno que les encuentra, que les mira a los ojos, que les toca.
Santo Padre Francisco
Viernes 4 de octubre de 2013
Asís
No hay comentarios:
Publicar un comentario