"Venid a mí todos los que estáis agobiados"
Sacad agua de la fuente viviente del Señor (Jn 4,10; 7,37)
porque está abierta a todos.
Venid todos vosotros que tenéis sed,
y bebed el agua que aplaca la sed.
Descansad cerca de la fuente del Señor,
porque su agua es buena y pura y apacigua el alma.
Su agua es más dulce que la miel
y los panales de las abejas no pueden comparársele (veáse Sl 18,11)
porque brota de los labios del Señor,
del corazón del Señor saca su nombre.
Fluye sin limites e invisible;
antes que se hubiera manifestado, nadie la había visto.
¡Dichosos los que bebieron, aplacándose la sed!
Odas de Salomón (texto cristiano hebraico de principio del siglo II)
N° 30 (jpck©Evangelizo.org)
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