De noche, el alma resume y asimila la lección que le ha dejado el día que termina.
De noche, el alma trabaja de igual forma que en el día. De noche, el alma resume y asimila la lección que le ha dejado el día que termina. De noche, el alma dicta sobre el hombre su estremecedor juicio por todo lo actuado durante la jornada. Los ascetas del Santo Monte Athos y, en general, los eremitas de Oriente, tienen la costumbre de dormir cuando es de día, porque de noche se dedican a la meditación y la oración. Esto es importantísimo para sus almas. En la serenidad y en la oscuridad de la noche, el alma trabaja libre y provechosamente. Pero también de día, mediante el sueño y la oración, la acción de los sentidos del hombre pasa a un segundo plano, lo que ayuda también a liberar y vigorizar la actividad del alma.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Gânduri despre bine și rău, Editura Predania, p. 104) - Fuente: Doxologia
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