martes, 28 de noviembre de 2017

La noche como oportunidad

Son muchas las oportunidades que se presentan a lo largo de la vida donde podemos escuchar el lamento de un amigo, el desgarro de alguien cercano compartiéndonos la terrible sensación de estar sumergidos en una gran oscuridad.
¿Lo has vivido en carne propia?
Es que cada vez que alguna prueba toca las puertas de nuestras casas; toda vez que una enfermedad o un dolor profundo golpean fuerte en los umbrales de nuestros corazones podemos experimentar cierta oscuridad. Una incapacidad para percibir con claridad lo que acontece.
En nuestra condición de peregrinos la oscuridad es parte de lo cotidiano, parte de la experiencia.

¿Estas pasando por un tiempo de sombras?
¿Te sientes sumergido en oscuras noches y quisieras que pronto termine?

¡Aprovecha la oportunidad!
Sí, la noche encierra también dentro de sí misma grandes y preciosas oportunidades!

Mira la naturaleza.
El Señor que hizo el Cielo y la Tierra, el Rey y Señor del Cosmos, del Universo entero, de aquel que pregona la obra de sus manos, parece esconder durante el día una parte preciosa de Su Majestuosidad.
Mientras nosotros pensamos que despiertos, bajo la luz del día, vemos todo, un vasto y extenso universo se oculta a los ojos.
Solo la noche revela el brillo de las incontables estrellas y planetas.
Sin la noche una parte de la obra de Dios permanece velada a nuestros ojos!

¿Aún quieres librarte de "tu noche"?
Reza Conmigo!

Bendito seas, Dios y Señor mío.
Bendito sea este tiempo, estas noches en que Tu Gracia me visita.
Ante Vos me postro y te ruego.
Pido tu intervención poderosa.
Dame la gracia de descubrir en la noche el firmamento de Bendiciones que para mi tienes reservado.
Dame la gracia de abrazar mi noche. De encontrar el tesoro oculto.
Dame el contemplar aquello que es fruto de Tu Providencia en mi vida.
Dame el percibir la belleza oculta en la noche de mi vida.
Prepara mi corazón para el amanecer.
Contigo quiero estar,
solo a tu lado podré encontrar la verdadera luz, 
la Luz que no conoce ocaso,
aquella que reside en Vos,
la que devuelve color a las cosas,
la que devuelve calor a mi ser.
Amen.

Bendecida sean las noches de tus días!

Miguel Angel Yunges
Comunidad Piedras Vivas



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