¡Buen día, Espíritu Santo!
Así como en invierno los primeros rayos de sol
se hacen desear,
Así sea Contigo, dador de Toda Gracia.
Tú eres el Defensor prometido,
¡Ven y visítanos!
Tú Eres el Defensor esperado,
¡Ven y santifícanos!
Llena con Tu unción y Tu Fuego nuestro ser.
Sella con Tu Amor las grietas que dejó el desamor
y habla, habla desde tu silencio:
¿qué podemos hacer juntos hoy?
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