Abro la puerta de este día dándote Gracias.
Antes que mis ojos puedan ver la Luz de esta nueva jornada,
Tu Gracia y Tu Mirada ya ésta sobre mí,
Sé que tu Misericordia me visita cada día,
y me entrega, como presente que debe ser resguardado,
el Silencio Amoroso de tu Presencia.
“Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
En los que esperan en su misericordia”
Gracias!
Gracias Padre Eterno por el Don de Tu Hijo,
Éste Cristo Nuestro que has hecho para nosotros
Sabiduría, justicia, santificación y redención.
Que la lucha del día no apague mi clamor:
¡Ven!, ¡Llena!, ¡Sostiene!, ¡Santifica!
¿Qué podemos hacer juntos hoy?
Gracias Padre Eterno por el Don de Tu Hijo,
Éste Cristo Nuestro que has hecho para nosotros
Sabiduría, justicia, santificación y redención.
Que la lucha del día no apague mi clamor:
¡Ven!, ¡Llena!, ¡Sostiene!, ¡Santifica!
¿Qué podemos hacer juntos hoy?
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