viernes, 17 de abril de 2015

RESONAR - 17 04 2015

LA BUENA "HIERBA" DEL CORAZÓN
Resonar del evangelio según san Juan 6,1-15

No he podido dejar de orar y pensar éste pasaje en clave “ministerial”, pensando en las noches de oración e intercesión. La última experiencia, con “nuestras mujeres”, vivimos de unas de las más numerosas. No pocos han manifestado cierta preocupación: “somos pocos para tantos”; “¿qué hacemos si vienen más?, “¿podremos “alimentarlos…”?
La voz de Felipe parece estar presente en la voz de algunos hermanos: “¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?...”Lo que tenemos no basta…”
¿Te has puesto a pensar cuántas veces hemos comenzado contando tan sólo con cinco panes y un par de peces?
Te invito a centrar el corazón en aquello que Jesús nos manda: “Digan a la gente que se siente en el suelo”
Una orden sencilla. Sólo “decir”, “invitar” a sentarse en el suelo.
La Palabra presenta un detalle. Expresa tácitamente que en el lugar había mucha “hierba”. El detalle puede pasar desapercibido.
Es importante orar desde nuestra realidad concreta. Tener los pies bien puestos sobre la tierra y ¡cuántas veces la tierra que pisamos es un gran pedregullo! ¡Cuántas veces estamos en tierras áridas, resecas, quebradas…! Sin embargo el Señor nos invita a la comodidad de un suelo mullido “por la hierba”.
No sólo se trata de invitar “al otro” a alimentarse.
Alimentarse y “descansar en un lugar mullido”.
¿Y el resto?
El resto corre por cuenta del Señor.
Lo nuestro es predisponer.
No mirar más allá de la mirada del Señor.
No escuchar más que el mandato del Señor.
Y escuchar hasta el final:
“Recojan las sobras… que nada se desperdicie!
La gracia de Dios debemos cuidar.
La gracia otorgada a “Piedras” es alimento suficiente, es alimento para “todos los que vienen”, es alimento que sacia, es dado en un lugar que descansa (hierba mullida).
Te invito éste fin de semana a cultivar, en torno al altar, “la hierba de tu corazón” donde muchos hermanos podrán descansar y ser alimentados por el Señor.

Dios te Bendice!
Miguel Angel Yunges


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