miércoles, 3 de agosto de 2016

Liturgia Viva al despertar 030816

Hay algunos problemas obvios con la historia de la mujer cananea. Las palabras de Jesús suenan duras y discriminatorias contra los no-judíos. Algunos biblistas ven en ello como un intercambio de agudezas entre la mujer y Jesús; agudezas que reflejarían los prejuicios de aquel tiempo y que, sin embargo, revelarían fundamentalmente que la salvación es para todos, sin discriminación ni prejuicio alguno allí donde haya fe. La forma cómo se narra esta historia refleja el problema de la Iglesia primitiva sobre si aceptar o no en la nueva comunidad a conversos no-judíos. Todos los que creen tienen derecho a comer a la mesa del Señor, y de hecho comen más que simples migajas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario