Con Jesús por la mañana.
El día comienza para ti. Sal al encuentro de todo lo que hoy la vida te ofrece. Mira lo que pasa delante de ti. Detente a contemplar la naturaleza, las construcciones de tu ciudad, las personas que pasan. Mira el rostro de tus compañeros de trabajo, sus gestos, sus acciones. Admírate de que puedes captar con tus sentidos, tanta multiplicidad de cosas, personas, acontecimientos. Mira colores, formas, espesuras, texturas diferentes, todo está puesto por Dios para llamar tu atención, y recordarte que te ama. Entonces sal y disfruta, admira y agradece lo que te encuentres hoy. Ofrece tu día y todo lo que encuentres por las intenciones del Papa. Haz silencio interior, reposa la vista y mira el regalo de la creación.
Con Jesús durante el día.
Con Jesús durante el día.
«Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen» (Lc 8, 21). Continúa tu día admirando lo que ves, lo que tus sentidos captan. Agradece a Dios estar vivo.
Con Jesús por la noche. Haz memoria del día.
Con Jesús por la noche. Haz memoria del día.
¿Cómo estuvo tu día? ¿Con qué ánimo despertaste hoy? ¿Sucedió algo que te cambió el ánimo? ¿Cómo te encuentras ahora al terminar el día? ¿Existe alguien a quien pedir perdón?
No hay comentarios:
Publicar un comentario