miércoles, 28 de septiembre de 2016

LA DIFERENCIA ENRIQUECE

Con Jesús por la mañana.
«El otro puede ser una diferencia que desinstala mis juicios y mis posturas vitales. El emigrante de piel más oscura que la mía, colocado en el centro de la convivencia, vecino en la misma calle o compañero de oficina; el creyente de otra religión que estremece mis convicciones; la bondad del agnóstico que desarma mis argumentos…: todos los diferentes pueden ensanchar mi universo personal, que tiende a cerrarse en cómodos terrenos bien cercados donde los demás no caben» (B. González Buelta). Ofrece tu día por las intenciones del Papa. ¿Qué lugar ocupan en tu vida, en tu comunidad, en tu trabajo, aquellos con quienes mantengo diferencias?

Con Jesús durante el día.
«El que ha puesto la mano en el arado y mira atrás no es apto para el reino de Dios» (Lc 9, 62). Deja de lado el juicio a ese hermano que te incomoda y descubre la bondad de su corazón, pide a Dios que te dé sus ojos para verlo como Él lo ve.

Con Jesús por la noche. Califica tu día.
¿Con qué palabra calificarías el día que termina? ¿Qué sucedió en este día para que lo califiques de esa manera? ¿Cómo te sientes en este momento? Agradece el día. La actitud con la que cierres el día de hoy definirá tu mañana. ¿Hay alguien a quién tengas que pedir perdón?


No hay comentarios:

Publicar un comentario