Pablo sólo fue confirmado en su ministerio por obra del Espíritu Santo y por la clara manifestación del poder de Dios. Su misión era humanamente imposible, pero Dios lo condujo y actuó por medio de él, manifestando Su poder y, así, liberando al pueblo de Corinto.
Del mismo modo, es necesario que confíes a Dios tu vocación y misión. Y dejar que Él conduzca tus pasos. Es muy simple, ábrete a la acción del Espíritu Santo y sucederá contigo lo que le aconteció con ese gran apóstol. Nada es imposible para Dios, pero necesitamos ser dóciles y confiar en Él.
¡Que Dios te bendiga!
Tu hermano,
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canción Nueva
Adaptación del original en portugués
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