El bautismo en el Espíritu Santo es gracia para nuestra Iglesia y nuestra contribución a ésta -llevar la gracia del bautismo en el Espíritu Santo, juntamente con el don de lenguas como hacían los apóstoles. Los que son bautizados en el Espíritu Santo pueden orar en lenguas. Así como es extraño una higuera en una viña, es igualmente extraño que hombres como nosotros oremos en lenguas. Pero, es obra del Espíritu Santo y debemos dejar que Él ore en nosotros para que produzcamos muchos frutos.
Jesús quiere que nosotros oremos en lenguas, para que el mundo vea y para que la iglesia perciba esa señal. La oración en lenguas, dice San Pablo, es una señal. ¿Cuál es la señal que el Señor espera de nosotros? Es el don de lenguas.
Pidamos:
Señor, ¡bautízanos en el Espíritu Santo! ¡Necesitamos del bautismo en el Espíritu Santo! Danos una porción doble de Tu Espíritu, danos en abundancia y plenitud. Señor, que oremos conforme a Tu voluntad. Danos también el don de lenguas. Gracias, Señor. Amén!
mons. Jonas Abib
Pentecostes hoje - pagina 55-56
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