Al esperar en Jesús, el Espíritu Santo nos hace alcanzar lo que de otra forma no conseguiríamos. Cuando un hombre espera en ÉL, nada es imposible para ÉL.
Cuando un joven está lleno de esperanza, puede hacer cosas increíbles. Cuando el esposo y la esposa tienen esperanza, nada puede destruir a su familia, ni siquiera la muerte.
Las personas permanecen o regresan a una familia cuando encuentran dentro de ella la esperanza de poder volver a empezar. Lo mejor de todo esto es que nuestra esperanza tiene un nombre: Jesús. ¡Si! Una nueva vida es posible.
No existe un mal tan grande, ni problema tan difícil, que Jesús no pueda despedazar. Él puede, por el poder de Su Espíritu Santo, librarnos de todos los males y de cualquier estado de prisión espiritual y muerte.
Él puede y quiere darnos una vida enteramente nueva en este nuevo tiempo.
¡Dios los bendiga!
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canção Nova
Adaptación del original en portugués
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