Jesús tiene poder sobre todas las cosas, incluso sobre los ángeles malos. Además de los ángeles buenos que nos protegen y adoran a Dios, hay espíritus malignos que están allí para hacer el mal y crear las peores confusiones.
El primer hecho que relata San Marcos es Jesús entrando en la Sinagoga. En ese momento, un hombre se manifiesta y le dice: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios". En varias partes del Evangelio, vemos hechos como este. "Y el Hijo de Dios se manifestó para destruir las obras del demonio" (1 Juan 3,8b).
Sí, el Hijo de Dios vino a destruir las obras del diablo. San Pablo también dice muy claramente: "Revístanse con la armadura de Dios, para que puedas resistir las insidias del demonio. Porque nuestra lucha no es con enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y los Potestades, contra los soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. "(Efesios 6: 11-12).
Es necesario que lo lleves a casa, ores mucho, comulgues y vayas a misa, porque nuestra lucha no es contra personas, sino contra los espíritus malignos.
¡Dios los bendiga!
Monseñor Jonas Abib
Fundador de la Comunidad Canção Nova
Adaptación del original en portugués
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