Toda vida es una bendición

¿Se le puede salvar la vida…? (Marcos 3, 4)

Señor Jesús: por mediación de María, tu Madre, que te dio a luz con amor, y por intercesión de San José, que contempló el Misterio de la Encarnación y te cuidó tras tu nacimiento, te pedimos por todos los pequeños no nacidos que se encuentran en peligro de ser abortados.

Señor, te alabamos por el don de la vida y te pedimos especialmente por aquellos bebés que hoy sean trágicamente privados de la vida. En tu gran misericordia, guía a todas las mujeres embarazas que estén pensando en destruir a los niños que llevan en su seno; dales gracia, valor y fortaleza para vivir según tu voluntad.

Señor, es devastador el hecho de que el aborto se haya abierto camino en la mente de tantas personas como una opción aceptable. Por favor, evita que las mentiras del enemigo se filtren en las mentes de los incrédulos y mal orientados que promueven este mal.

Señor, ayúdanos a tener compasión por las mujeres que han abortado y por las que se vieron obligadas a tomar esta decisión tan horrible y ahora están sufriendo las consecuencias. Rodéalas con tu amor y recuérdales que tú las comprendes y estás dispuesto a perdonarlas y sanarlas. Libra del peso de la culpa a aquellos que se han arrepentido, y llévalos a vivir su vida con la paz y la alegría que vienen de ti.

María santísima, ayúdanos a recordar a los no nacidos y no deseados y los que son descartados cada día; ayúdanos a ser una luz en este mundo lleno de oscuridad. Danos oportunidades para amar a las personas y presentar la verdad de tu Palabra, úsanos para ofrecer alternativas a mujeres en situaciones desesperadas. Madre nuestra, oramos por las mujeres que están considerando esta opción; ayúdales a ver que hay otras soluciones y no caer en el pecado del aborto, que victimiza al bebé y a la madre.

También haz que los gobiernos cambien las leyes y se ponga fin al aborto legalizado. Oramos por una renovación de la familia y la fe en el mundo, y bendice a los jóvenes de ambos sexos que optan por la castidad y la abstinencia en materia sexual.

“Jesús amado y María santísima, ponemos en sus santas manos estas intenciones sabiendo que para Dios no hay nada imposible.”

1 Samuel 17, 32-33. 37. 40-51

Salmo 144 (143), 1-2. 9-10

fuente: Devocionario Católico La Palabra con nosotros