Sexto día
Hospitalidad: Mostrar una solicitud poco común
Hechos 28, 1-2. 7
«Una vez a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. Los isleños nos trataron con una solicitud poco común; y como llovía sin parar y hacía frío, encendieron una hoguera y nos invitaron a todos a calentarnos… Cerca de aquel lugar había una finca que pertenecía a Publio, el gobernador de la isla, quien se hizo cargo de nosotros y nos hospedó durante tres días».
- Salmo 46
- Lucas 14, 12-24
Reflexión
Después de las dificultades y los contratiempos de la tempestad en mar abierto, la ayuda práctica ofrecida por los isleños se experimenta como una solicitud poco habitual por los náufragos que habían sido llevados por las olas hasta la orilla.
Tal solicitud demuestra nuestra común humanidad. El evangelio nos enseña que cuando somos solícitos con los que pasan necesidad estamos mostrando amor al mismo Cristo (cf. Mt 25, 40). Más aún, cuando mostramos una solicitud amorosa hacia los débiles y los desposeídos, estamos afinando nuestros corazones con el corazón de Dios en el que los pobres tienen un lugar especial. Acoger a los de fuera, tanto si son personas de otras culturas o creencias, inmigrantes o refugiados, es a la vez amar al mismo Cristo y amar como ama Dios. Como cristianos, estamos llamados a dar un paso adelante en la fe para llegar, con el amor de Dios que todo lo abarca, también a aquellos que nos cuesta amar más.
Oración
Dios del huérfano, de la viuda y del extranjero,
inculca en nuestros corazones
un sentido profundo de hospitalidad.
Abre nuestros ojos y nuestros corazones
cuando nos pides alimentarte, vestirte y visitarte.
Que nuestras Iglesias sean activas
en acabar con el hambre, la sed y el aislamiento,
y en superar las barreras
que impiden acoger a todas las personas.
Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo, Jesús,
que está presente en el más pequeño de nuestros
hermanos y hermanas.
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario