«Jesús exhorta: “No tengáis miedo”. Y Jesús describe tres situaciones concretas a las que se enfrentarán: La hostilidad de los que quieren silenciar la Palabra de Dios, edulcorándola, aguándola o acallando a los que la anuncian. La amenaza física en su contra, o sea, la persecución directa contra ellos, incluso hasta el punto de que los maten. Algunos experimentarán, de que el mismo Dios los ha abandonado, permaneciendo distante y en silencio. La vida de los discípulos está firmemente en manos de Dios, que nos ama y nos cuida. También Jesús sufrió esta prueba en el huerto de los olivos y en la cruz: “Padre, ¿por qué me has abandonado?”, dice Jesús. A veces sentimos esta aridez espiritual; no tenemos que tenerle miedo. El Padre nos cuida porque nuestro valor es grande a sus ojos. Lo importante es la franqueza, es la valentía del testimonio de fe: “reconocer a Jesús ante los hombres” y seguir adelante obrando el bien»
Francisco
Ángelus
21-06-2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario