jueves, 4 de junio de 2020

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Marcos 12,28-34


Evangelio según San Marcos 12,28-34
Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?".
Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor;
y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas.
El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos".
El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él,
y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios".
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.


RESONAR DE LA PALABRA

A la paz de Dios:

Equiparar sacerdocio y sacramentos tiene sus peligros. Porque Jesucristo no fue sacerdote de sacramentos.

Bautismo. Que se sepa el suyo; parece que no bautizo a nadie. Era lo que recibió un bautismo de conversión. Si acaso quiere de nosotros un bautismo de Espíritu.

Confirmación. Cuando la llegada del Espíritu en Pentecostés él ya se había ido.

Eucaristía. La primera que fue la última (cena). Una eucaristía que vale toda una vida: cuerpo que se entrega, sangre que se derrama.

Reconciliación. De esto sí que tuvo varias: su vida fue abrir puertas de perdón y misericordia. Aunque los puristas dirán que la fórmula no estaba completa.

Unción. Grande fue su preocupación por la salud de los que peor lo pasaban. Era frecuente oírle decir cuando preguntaba por alguien: que se mejore. Y el caso era que mejoraban.

Orden. Lo suyo iba en otro orden de cosas.

Matrimonio. Que se sepa sí estuvo en una boda, pero nada hace indicar que fuera el testigo cualificado. Lo que sí sabemos es que estuvo en el banquete (hizo un Hannover).

Y entonces, ¿sacerdote?

El sacerdocio de la cercanía. Leer el comentario del lunes.
El sacerdocio del agradecimiento. Leer el comentario del martes.
El sacerdocio de la vida. Leer el comentario del miércoles.
El sacerdocio de la escucha. Leer el comentario del viernes.
El sacerdocio de la generosidad. Leer el comentario del sábado.

Nuestro hermano y amigo
Óscar Romano

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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