"sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos." (Is 53,2)
Es natural juzgar hechos y personas por las apariencias. Pero el Señor no nos juzga de esa manera. En primer lugar, mira nuestro corazón y la intención con la que actuamos.
Muchas veces nos decepcionamos porque, al dejarnos guiar por la antipatía o la simpatía del momento, nos formamos una opinión sobre las personas y, cuando descubrimos que no son como imaginamos, terminamos alejándonos de ellas.
Acerquémonos hoy a los que nos rodean, buscando conocer su historia, porque, seguramente, el otro puede necesitar nuestra ayuda. Asumamos una postura diferente en este día: acerquémonos unos de los otros, porque la distancia crea barreras y juicios, mientras que la acogida y la caridad edifican a todos.
Dios es bueno y su amor abraza a toda criatura.
¡Jesús, en Vos confío!
Luzia Santiago
Fuente Comienza bien tu día a día
Editora Canción Nueva
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